viernes, diciembre 29, 2006

Casi no termino el año

Hoy ya es viernos. Estoy a punto de conseguir unas merecidas vacaciones navideñas.
Esta semana he estado en un nuevo Centro de Salud. Y hoy, por un momento he visto que no terminaba el año.
Ha venido un padre marroquí a pedirme que hiciera una radiografía a cada uno de sus cinco hijos, porque tiene otra hija ingresada en un hospital con un derrame pleural y el médico le ha dicho que hay que hacer una radiografía a todos los hijos.
Hablaba bastante bien el español.
Yo os estoy escribiendo esto mientras he cerrado la puerta de la consulta y hace ahora media hora del acontecimiento. Uno de los problemas de estar en un sitio nuevo es que no conozco a nadie para contarle mis penas, así que os las cuento a vosotros. Y en unas charlas que tuvimos sobre agresiones nos dijeron que después de ser agredidos no hay que seguir pasando consulta, sino esperar un rato, hablar con un compañero, fumarse un cigarro, no incluyeron lo de escribir en el blog, pero creo que también es válido.
Pues bien, le he explicado que probablemente tuviera una tuberculosis y que estando los niños asintomáticos el siguiente paso es hacer la prueba del Mantoux (que detecta infección tuberculosa), y en caso de ser positiva realizar la radiografía.
No os podéis ni imaginar cómo se ha encendido el amigo. Me ha empezado a llamar de todo (por supuesto ha incluido lo de racista, que es un argumento socorrido para lalgunos extranjeros). Su explicación (me encantaría imitar su voz y sus gestos, pero a través de internet no puedo): "si yo voy a médico y pido radiografía médico me manda radiografía, y punto, qué pasa que usted paga radiografia, no quiere gastar dinero...".
He hablado con el hospital donde está ingresada la hija, he hablado con el médico, me ha confirmado que parecía una tuberculosis pulmonar y que el siguiente paso es hacer el Mantoux.
He intentado explicárselo al padre: imposible.
Finalmente, después de varias amenazas, me ha hecho escribir un informe donde yo decía que no pedía la radiografía a sus hijos (como os imagináis no me ha costado mucho hacerlo).
Supongo que a vosotros no os tengo que explicar todo lo que se me ha pasado por la cabeza, y de lo comedido que he estado, y lo frustrante que es verse agredido cuando encima estás haciendo un favor a sus hijos evitando pruebas, radiaciones y molestias innecesarias.
Quizá lo más duro de todo sea que todo el numerito ha sido delante de sus hijos. No quiero ni pensar lo que ocurrirá en su casa ni lo que harán estos hijos cuando sean mayores.
En fin, no puedo quejarme, ya que he salido ileso.
Aprovecho para desearos a todos un feliz final de año. Aquí termina este blog por este año: hasta el año que viene...

viernes, diciembre 22, 2006

Me gusta la Navidad

Me gusta la Navidad. Siempre han sido para mí unas fiestas entrañables; y gran culpa de eso la tiene mis padres. De mis recuerdos de la infancia muchos se agrupan en esta época. Son unos recuerdos mágicos, ya que no es sólo la memoria de cosas que ocurrieron, sino que con el recuerdo parece que estoy tocando el serrín con mis pequeñas manitas, sacándolo de una bolsa grande, cayéndose gran parte entre mis dedos, y tengo vivo el olor del serrín, y el cuidado con que había que sacar a los Reyes Magos de su caja, y el olor de las pastas de mi madre, y las manos suaves después de moldear yo también alguno de esos dulces, y las bengalas con las que había que tener tanto cuidado, y las serpentinas (cómo se notaba que según te ibas haciendo mayor las lanzabas mejor), y la noche de Reyes, en las que tanto me ha costado dormir, y muchos regalos que me han encantado, y primero pensaba: estos Reyes, qué buenos son conmigo; y después (porque yo también me enteré): estos padres, qué buenos son conmigo... Y ya no sólo era por los regalos, sino porque en Navidad pasas más tiempo con tu familia, y te das cuenta de la suerte que tienes, y de cuánto quieres a los tuyos, y qué pena que un día se tengan que ir... Y los villancicos (no valía ponerlos hasta que se acabara el "cole"). Y siempre, mirándonos desde el Belén, el Niño Jesús, al que tanto quiero, y al que tantas cosas le digo y le pido en estos días.
Hoy le pido que todos los que han paseado por este blog, y especialmente a ti, que estás leyendo estas líneas, tengáis una muy feliz Navidad, dondequiera que estéis...

lunes, diciembre 11, 2006

Nómada

Pues así es, efectivamente después de tres años y medio de interino me han desplazado. En un post anterior escribí que "ocupan mi plaza", y lo siento, pero supongo que a todos nos ocurre, que cuando tenemos algo por un periodo largo de tiempo nos lo apropiamos. Debí haber escrito: "ocupan la plaza en la que temporalmente y en calidad de interino estoy yo presente" (o algo así). Ni siquiera tengo muy claro si he llegado a ser personal estatutario, porque no me preguntéis porqué pero aquí, en la sanidad, creo que somos estatutarios, y no funcionarios, aunque yo sólo soy interinirario, y por unos días suplentetatario.
Sí, os engañaría si os digo que soy un hombre feliz, que ha cambiado temporalmente de lugar de trabajo, pero que eso no cambia mucho las cosas. ¡Qué carajo! Me han destronado. Ahora entiendo a los políticos que después de cuatro años (¡o más!) de gobierno no salen reelegidos, aunque bien es cierto que yo no llegaba al tiempo de una legislatura. De momento he firmado un contrato eventual (y buscando en el diccionario el término eventual, ya que en mi casa no tengo libros de leyes, me he puesto a temblar al leer: eventual, sujeto a cualquier evento).
Así que nada, aquí estoy, de pediatra sujeto a cualquier evento. Espero que no dure mucho esta situación, aunque reconozco que también tiene sus ventajas, ya que estoy viendo pacientes que no volveré a ver en mi vida, así que es el momento de desquitarme: "déle este jarabito para la tos que seguro que en uno o dos días se le quita...", y el que venga detrás: que arree.
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