viernes, abril 13, 2007

Al otro lado

Llevo un tiempo desconectado, tanto del blog como de mis amigos bloggeros. Y los echo de menos. Pero es que hace unos días algo ha cambiado mi vida. Hace muy poco, apenas once días, yo estaba al otro lado, obedeciendo a médicos, enfermeras y matronas: nuestro tercer hijo estaba a punto de nacer.
Sé que son momentos muy íntimos, que no hay que ir pregonando por la blogsfera. Pero por si alguien no se había dado cuenta, lo del periódico era un montaje, y este blog sólo es visitado por amigos, pocos, pero selectos, y con ellos no me importa compartirlos.
Tal vez alguien pueda pensar que al ser pediatra todo es más fácil, que puedo estar mucho más tranquilo. En parte sí, y en parte no. Lo malo de ser pediatra es que eres más consciente de un millón de cosas que pueden torcerse, y valoras más el milagro de que todo salga bien. Y gracias a Dios, todo fue bien. A las 8:30 entrábamos por la puerta del hospital, y a las 15:15 nacía nuestro tercer hijo. Apenas asomaba la cabeza, y yo ya estaba emocionado.
Recuerdo, siendo estudiante de medicina, que cuando acudí a los primeros partos tenía que hacer esfuerzos para no ponerme a llorar, igual que la madre, igual que el padre. Después es una pena, porque hasta a lo más asombroso se acostumbra uno, y ya voy a los partos casi como si fuera lo más normal del mundo.
Aunque a veces, en los partos, ocurren cosas graciosas. Recuerdo un parto al que acudí al principio de mi residencia, donde la criatura parecía no tener mucho interés en salir. Y ya os imagináis: el ginecólogo pidiendo a la madre que empujara, y como el crío no salía, cada vez más ánimos: venga, empuja, vamos, un poco más fuerte, venga, un poco más. La cosa se prolongaba y todos parecíamos estar apoyando a la madre. Vamos, empuja, un poco más, más fuerte. En esto el marido no pudo reprimirse, y en medio del silencio dijo: a este paso me cago hasta yo... Ya os podéis imaginar la carcajada generalizada.
Pues eso: que una vez más he sido padre, todo ha ido muy bien, y una vez más soy el hombre más feliz del mundo...

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicidades pediatra!

Melian dijo...

¡¡Enhorabuena papá!!! qué tierno el post, se me saltan las lágrimas. Yo tampoco he podido reprimirlas cuando he estado en algún parto.

Roi dijo...

¡Enhorabuena Gonzalo!

La verdad es que leyendo tus palabras se asoman lagos en mis ojos . El día que me toque a mi no dudo que se desbordarán. Incluso después de tantas guardias me sigue pareciendo increible (aunque es cierto que la rutina mata a veces los poemas más bellos).

Enhorabuena otra vez!, Y la anécdota es genial! Animo con esos primeros días, aunque con el tercero ya debe estar todo más fácil.

Anónimo dijo...

Enhorabuena por tu bebé! Me he pasado por aquí desde "La vida es cuento", y me ha encantado. Reconozco que a veces soy muy crítica con los médicos, pero leyendote ves el otro lado de la moneda y se ve de otra manera.
Oye! cantas genial!! de verdad fuiste telonero de Enrique!! tienes que contarlo.
Bueno, felicidades otra vez!

ximo dijo...

Prefiero que te pongan más reclamaciones de ése tipo a que decapites una meningitis o sepsis.Yo hubiera actuado igual.Ten la conciencia tranquila.Explica más las cosas a los padres y ánimo. Enhorabuena por tu hijito.Un abrazo

Raquel dijo...

Pues bienvenido al CLUB DE LOS TRES, léete bien los estatutos, que dan para mucho, XDDDDD Enhorabuena.

Anónimo dijo...

FELICIDADES!!!

Cesar Glez. Canton dijo...

Muchas felicidades, Gonzalo!!!

JULIET dijo...

MUCHISIMAS FELICIDADES!!!

Seguro que eres todo un padrazo!

Un besote y a disfrutar.

Natho47 dijo...

Un abrazo,y bendiciones para ese bebéa

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